sábado, 31 de enero de 2009

miércoles, 28 de enero de 2009

La gran carrera de relámpago. Vídeo

La gran carrera de relámpago. Cuento




Esta historia comienza con La mejor carrera del mundial.



Drive, era uno de los mejores coches de la carrera, junto a “Sombra”, un coche negro que daba mucho miedo. Pero, Drive no tenía miedo y quería salir ganador de la carrera, porque su hijo asistía en los asientos del estadio. Cuando Drive llegó a los boxes exteriores, se encontró con su mejor amigo Army.



Drive dijo: “Hola Army ¿Estás preparado para la carrera?”

Entonces, Army dijo “¡A ver si ganamos la carrera!”

Ambos exclamaron a la vez: “¡Vamos a ganar a Sombra!”

Cuando entraron en el estadio, vieron a la gente muy alegre, dispuesta a animar durante toda la carrera. Drive vio a su hijo muy contento, animándole como entodas las carreras.


Fue entonces cuando se encontró con La Sombra, y ésta le dijo: “¿Preparado para perder Drive?”

Drive le respondió: “Tú nunca ganarás esta carrera mientras mi hijo me esté animando”.

Todos los coches se colocaron en la línea de salida y, cuando comenzó la carrera, todos los participantes, excepto Drive y Army, fueron derrotados por la fuerza de La Sombra.

La carrera parecía normal: Army era tercero, La Sombra, segunda, y Drive, primero, cuando, de repente, la sombra empujó a Drive en la Curva de la Muerte. Entonces, Drive explotó. Su hijo se puso muy triste y se fue del estadio. Al final, La Sombra ganó la carrera. ¡Aquello fue escandaloso! Tanto para Relámpago, como para todos los espectadores que estaban en las gradas y en sus casas viéndolo por la televisión.

Tras la muerte de Drive, Relámpago comenzó a entrenarse. Con la rabia que quemaba en su interior, Relámpago aún podía recordar los magníficos momentos junto a su de su padre: desde las grandes victorias, los records mundiales, todas sus paradas en boxes... hasta el gran accidente.

Relámpago conoció a sus dos nuevos entrenadores: Tiguer y Army. Tiguer fue el jefe de mecánicos de Drive y, Army, corrió en la famosa carrera de Drive y, hoy en día, sigue compitiendo.

- “¡Hola Tiguer!”, dijo relámpago.

- “¡Cuánto tiempo!”, dijo Tiguer.

- “¿Me podrías ayudar a convertirme en un campeón?”

Después de muchos días de entrenamiento, llegó la carrera mas esperada, Relámpago ya estaba lo suficientemente preparado como para participar en la carrera. Ahora bien, estaba muy triste pues iba a participar en la competición en la que su padre explotó. Estaba nervioso, porque quería ganar para que todo el mundo se acordar de su padre.

Cuando llegó a los boxes puedo ver a su rival, “La Sombra”. En la líanea de salida todos estaban muy nerviosos. También pudo reconocer a Army, que también deseaba ganar a Relámpago.

La carrera comenzó y todo era normal, ganaba Army, pero la sombra ganaba muchos puestos. Relámpago estaba en segunda posición, y veía como La Sombra” se acercaba. Cuando ya estaban en la segunda vuelta, La Sombra avanzó posiciones y lo alcanzó.

- Relámpago masculló: “¡Nunca me alcanzarás!”

Entonces, La Sombra” se le aproximo un poco más y le dijo: “Perderás la carrera y explotarás con tu amigo Army, como hice con tu padre”.

Army frenó en seco y se juntó con los dos coches, los tres se aproximaban a la curva de la muerte.

Entonces, Army le dijo a “La Sombra”: -“Si tú ganas la carrera, me retiro de las carreras para siempre”.

Cuando llegaron a la Curva de la Muerte, La Sombra chocó con Relámpago y se le oyó decir: “¡VAS A EXPLOTAR¡”

Todo parecía perdido, pero Army chocó con la sombra y dio tiempo a Relámpago para que se salvara. Army se dio un golpe tan fuerte que hubo de retirarse de la carrera.

Ya solo quedaban Relámpago y La Sombra. La carrera estaba muy emocionante. Quedaban unos metros, entonces, Relámpago hizo un súper turbo y ganó indiscutiblemente. Cuando subió al podium, levantó el trofeo y dedicó la victoria a su padre ante todo el Mundo.




Autores: Xabier, Unai, Sergio S, Iván, Fermín M.

El verdadero mundo de la imaginación. Vídeo



El verdadero mundo de la imaginación

Como cada día, después de salir del colegio, al llegar a su casa, Jacinto saludó a su madre y se fue a su cuarto a jugar a la nintendo, concretamente al juego de Pokemon. Jacinto era un niño muy imaginativo, al cual le gustaba mucho jugar a las máquinas. Vivía en una casa de lujo y, además, tenía todo lo que quería. Es por eso que, en vez de estudiar, se dedicaba a jugar con sus máquinas (¡Cosa que vosotros no debéis hace!). Por ello, suspendía la mayoría de las asignaturas. Sin embargo, aquel día todo iba a ser muy diferente.

Como ya hemos dicho antes, ese día jugó tanto a la nintendo que llegó a creer que los pokemon existían. Así que, esa noche, se fue tarde a la cama, intentando encontrar algún rastro pokemon. Jacinto no podía dormir. Se asomó y vio que todo estaba oscuro. Sin embargo, entre las oscuridad, pudo diferenciar una pequeña sombra, enseguida pensó que se trataba de un pokemon.

Cogió una pelota de tenis pintada como una pokeball y, al bajar por las escaleras del hall, se tropezó y cayó rodando ¡Pumbaaaaa! Sus padres se levantaron asustados y corrieron a ver qué había ocurrido. Al bajar, se dieron cuenta de que jacinto se había caído, así que volvieron a la cama ¡Que no! ¡Que es broma! ¡Bajaron a ayudarle y le curaron las heridas! Jacinto les contó lo que pasaba con los pokemon. Sus padres no le creían y hasta hicieron alguna broma. Más tarde todo fue tranquilidad, todos se acostaron.

Antes de ir a la cama, los padres encendieron la calefacción, pues Jacinto se había quedado helado. Entonces, el chico abrió lo ojos y vio a Charizar quemando su habitación. Rápidamente bajó a avisar a sus padres.

-¡Mama la llamarada de Charizar me está quemando los calzoncillos”.

Sus padres subieron enseguida pero no vieron nada. Jacinto se llevó la primera reprimenda. Su madre le dijo: -“¡Déjate de tonterías!”- Cerró de un portazo la puerta.


A la mañana siguiente, fue a ducharse y apareció del mismo modo que la anterior noche Squiertel, el pokemon de agua, el cual le empezó a mojar todo el baño de arriba a abajo. Bajó desnudo por las escaleras, desesperando. Gritando, le dijo a su madre: “¡Mamá, hay un pokemon en la ducha que me esta mojando!.

Los dos subieron a la ducha, y la madre le dijo: -“¡Hijo, pero si sólo es el grifo!”.

-“Mama, ¡Que no! ¡Te lo juro! ¡Que he visto un pokemon!

La madre exclamó: - “¡Tantas máquinas te han dejado el cerebro frito!”.

Ya era mediodía y, como cada tarde, Jacinto bajó a jugar al fútbol con sus amigos. Pero aquel día, en el cuarto de contadores pasaba algo. Se apagaban y encendían las luces

automáticamente. Abrió la puerta del cuarto y vio a Pikachu: - “Pika pika” – le oyó murmurar.

Jacinto avisó rápidamente a su madre, gritando por todo el vecindario: “¡Mamá! ¡Mamá! ¡Otro pokemon en el cuarto de contadores!.

Su madre bajó inmediatamente, pero no vio nada. –“Tranquilo hijo, sólo es un cortocircuito”.

El joven insistiendo fue a “tocar a su pokemon” y se pego un chispazo con el cable que estaba suelto.....


(1 mes más tarde, en el hospital)

- “¡Mamá, ya soy mayor para estar jugando y pensando en pokemon!”.

Después de un mes sin jugar a pokemon, dejó de tener visiones extrañas de estos seres. Jacinto se dio cuenta de que, lo mas sano, era obedecer a sus padres, estudiar (si hace falta), pero, sobretodo, pasarlo bien con sus amigos, con su familia y con él mismo.

Autores: Iñaki, Álvaro, Alberto, Iker, Fermín Z.

UNA LECCIÓN POR APRENDER. Vídeo

martes, 27 de enero de 2009

UNA LECCIÓN POR APRENDER. Cuento

Era una mañana como cualquier otra, Sara se dirigía al colegio. Sara es una niña muy guapa, tiene el pelo castaño, ojos color miel. Al llegar al cole, Linda, su mejor amiga, la estaba esperando en la puerta, algo muy raro en ella.
Linda le dijo a Sara: - ¡Hay un nuevo chico en el cole!

¿Tu crees que quiera jugar con nosotras? dijo Sara.

Entraron en clase y la profesora llegó y dijo que había un nuevo alumno en clase que se llama Rayan. Es vuestro nuevo compañero. Era un niño muy agradable, todas las niñas querían jugar con él porque era muy majo.


A Sara le gustaba vestir bien para impresionar a los demás, no a todos sus compañeros les caía bien.


Una mañana, Sara y Linda llamaron a Rayan para que jugara con ellas. Él, muy contento, le dijo que ya, pero Sara ya no quería ir a jugar al parque porque decía que eso era de niños. A Linda no le importaba donde estuviese, con tal de divertirse como toda niña. Rayan se quedó asombrado de Sara porque no pensaba que era así, pensaba que quería jugar como los demás niños (se llevó una gran decepción).


Un día en el recreo del colegio Rayan le dijo a Sara que no se siguiera portando así, si no, no la querría nadie. Ese día Sara reflexionó, y ya no se portó así, después ya sólo quería jugar y estar con sus amigos.


MORALEJA:

Aunque la mona se vista de seda, mona se queda..!!!

AUTORES:

Valeria, Elena, Gianella, Daniela, Elizabeth y Jose

LOS SUPER GATITOS. Cuento

1- En las calles más frías de Nueva York nació una camada de siete gatitos. Vivian en una casa vieja y polvorienta de tejado roto. La madre al parir murió y los siete gatitos quedaron solos.

2- A las pocas semanas empezaron a abrir los ojos empujando por la curiosidad salieron a la calle y vieron un jardín lleno de flores donde jugaron detrás de las mariposas. Cuando la noche se vino encima volvieron a casa y se acurrucaron todos juntitos y calentitos entre los restos de una manta mugrienta.


3. Al día siguiente volvieron a las calles y jugaron entre unos cubos de basura.

¡Qué desorden! ¡Cómo rodaban! ¡Qué olor!

Alicia una niña de 7 años los vio y se apiadó de ellos, era la hija del cocinero de un lujoso restaurante, restaurante al que permanecían los cubos de basura. Esperaba a que su padre saliera de trabajar ¡A Alicia le encantaba los animales, sobre todo, los gatos!. Cuando vio a nuestra cómoda cogió los restos de la ultima comida y no dejaron ni los huesos.


4-Flipi era un científico que llevaba sus crueles experimentos en el edificio de al lado. Cogía todo tipo de animales, les ponía tubos, les pinchaba

¡No duraban ni tres días! Solía cazar a las noches animales para sus perversos experimentos.

Era fácil reconocerlo: unos pelos desordenados, blancos y grasientas, una cicatriz que le cruzaba la cara, una mirada feroz, vestido con una bata sucia manchada de sangre. Esa noche merodeaba por la calle del restaurante. Vio los cubos de basura y pensó ¡Esta es la mía, huele a gato!



Tragón asomó la cabeza agitando gracioso sus bigotes, con una sonrisa de oreja a oreja, y se hecho un sonoro eructo de satisfacción por la rica cena que les había dado Alicia. Flipi ofreció a los gatitos un delicioso pastelito de chocolate al que no se pudieron resistirse. Cuando estaban todos juntos disfrutando tranquilos del manjar, sacó una bolsa enorme y los atrapó a todos ¡Oscuridad! ¡Miedo! ¡Frío! Eso sentían esos gatitos ¡Qué les iba a pasar! Flipi los dejó en su laboratorio, atado el saco con una cuerda, y se fue tranquilamente a cenar.


5-Misifú era muy lista, ella fue quien sacó a sus seis hermanos de la bolsa .Con sus uñas abrió un pequeño agujero. Primero, sacó la cabeza y, luego, lo demás y, así, salieron todos sus hermanos .El laboratorio del científico chiflado estaba lleno de botes de cristal con líquidos de diferentes y atractivos colores ¡Cómo no! Nuestros gatitos se fueron a jugar y no dejaron bote en pie. El suelo se llenó de una mezcla de delicioso olor y los gatitos, que estaban bastante sedientos, se bebieron hasta la ultima gota.


6- Al tiempo, empujaron un poco la puerta del laboratorio, se oyó un crujido, luego, se apoyaron con todas sus fuerzas, y la puerta salió volando ¡Tenían superpoderes! A una velocidad pasmosa, como centellas, salieron a la calle y buscaron a Alicia . La encontraron jugando en los columpios que estaban junto al restaurante. En cuanto la vieron todos se pusieron a hablarla de manera atropellada, todos a la vez. Alicia estaba sorprendidísima, pues les entendía perfectamente. Pero ¡Cómo es posible que habléis! Le contaron todo con pelas y señales. La niña avisó a su padre, el cocinero del restaurante, y, todos juntos, llamaron a la policía, que hace ya muchos años que buscaba al profesor al científico loco.


Alicia y los gatitos vivieron juntos para siempre, comieron sardinas y bebieron leche.

Aurora, Naura, Jésica y Miriam